jueves, 9 de mayo de 2013

Conjunto AMATISTA


La amatista es una variedad del cuarzo, de color violeta, más o menos intenso según la cantidad de óxido de hierro que contenga. Es muy susceptible al calor y palidece a la luz del sol.

La amatista es la variedad del cuarzo más apreciada. Tradicionalmente se incluía entre las piedras preciosas más valoradas, junto con el diamante, el rubí, el zafiro y la esmeralda.

El nombre de "amatista" proviene del griego amethystos (no borracho), ya que esta piedra era considerada un potente antídoto contra la embriaguez. Según la mitología griega, Dionisio, dios del vino y el desenfreno, pretendía a una doncella llamada Amethystos, la cual, deseaba permanecer casta. La diosa Artemisa escuchó sus plegarias, y transformó a la mujer en una roca blanca. Dionisio, humillado, vertió vino sobre la roca a modo de disculpa, tiñendo así de púrpura los cristales.

La amatista simboliza la sabiduría divina.
Es uno de los minerales curativos más populares. Ayuda a sentirse más abierto y consciente espiritualmente; utilizándose en casos de conflictos emocionales pues ayuda a proyectar hacia afuera el problema. Permite limpiar el aura y crear un campo energético alrededor de la persona que lo utiliza, muy positivo y elevado.
Purifica la energía a todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Libera bloqueos mentales, además de liberar nuestra mente a otras perspectivas e ideas. Facilita el proceso de toma de decisiones, aportando sentido común e intuiciones espirituales. Mentalmente ayuda a calmar, favoreciendo la comprensión y la persuasión. Es una piedra que consuela en el dolor y la depresión, proporcionando alivio en los momentos de angustia, ayudando a integrar las pérdidas.
Tiene una faceta calmante y tonificante, según necesite la persona (equilibra); de modo, que en casos de estrés, nervios, ansiedad, angustias o miedos, nos ayuda a superarlos y recuperar nuestras energías. Por ello se puede tener una amatista al lado de la cama o en el dormitorio, ya que facilita el sueño, el descanso y la sensación de paz. Ayuda en casos de insomnio causados por una por una mente hiperactiva. Dormir con una amatista bajo la almohada genera sueños intuitivos.
Una efectiva terapia antiestrés consiste en sumergir varias amatistas en el baño junto con aceite de lavanda. También protege de las radiaciones electromagnéticas de los ordenadores y aparatos eléctricos.
La amatista potencia la memoria y genera motivación.

A nivel físico: refuerza el sistema endocrino e inmunitario y es excelente para limpiar la sangre, reduciendo los cardenales, las heridas y la hinchazón. Favorece el funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro y de las glándulas pituitarias y pineal. Reduce el dolor de cabeza y está muy indicada para la jaqueca. Puede reducir los problemas de piel, problemas de la respiración como el asma y problemas gástricos también. Ayuda a superar adicciones y bloqueos de todo tipo. Acerca la piedra a la parte del cuerpo que desees sanar durante al menos diez minutos mínimo y visualiza su acción sanadora.

La amatista es una piedra extraordinariamente poderosa y protectora, su serenidad potencia los estados elevados de conciencia y ayuda a la meditación; limpiando los lugares de energías ambientales negativas. Se dice que tiene el poder de influir en los ambientes de discordia, pues crea armonía. Calma las pasiones, las emociones violentas y la rabia. Favorece la intuición y la inspiración. Reduce los temores y neutraliza la negatividad. Protege contra los ataques psíquicos, transmutando la energía en amor. Cuanto más oscura es la amatista, más fuerte es su efecto.

Piedra del tercer ojo por excelencia, de modo que trabajar con ella en esa zona, nos permite estimularlo, abrirlo y limpiarlo dejando así aflorar lo que llevamos dentro. Es la piedra por excelencia para abrir la intuición y potenciar los dones psíquicos.
Es una de las piedras del primer chakra y del sexto chakra de modo que es fabulosa para activar su energía. Estimula los chakras de la garganta y de la coronilla.
Las puntas de la amatista pueden usarse para sanar; pon la punta hacia tí para absorber la energía y desvíala de ti para liberar energía. Es especialmente benéfica cuando se lleva sobre el corazón o la garganta.






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